martes, 5 de abril de 2016

¿Cuidar mi cuerpo? ¿Cómo? ¿Cuándo? y ¿Porque?

Solo hace falta caminar por las calles transitadas de tiendas de ropa para comprobar que cada  vez las tallas de las mujeres son más estrechas y pequeñas.

Cuando yo tenía 15 años, las tallas que vestíamos eran exigentes y no podías estar gordita ni con un poco de sobrepeso para lucir vestidos preciosos que cualquier mujer quisiera vestir por lo menos una vez en su vida. Mis amigas y yo nos cuidábamos y hacíamos alguna otra barbaridad creyéndonos que nos beneficiaba para no engordar.


Ahora mismo tengo 20 años, en los últimos cinco años he hecho cosas que siempre me arrepentiré durante toda mi vida. Desde no comer durante días, o comer solo una aceituna al día, de beber alcohol con el estómago vacío a vomitar todo lo que he comido en una gran comilona como una cena de nochebuena. Pensaba que era para mi propio beneficio y que me ayudaría para mantener mi estupenda línea ante la mirada de los chicos y hombres que me gustaban y se interesaran en mí. Aparte, todos los días hacia cuatro horas de ejercicio intenso habiendo comido poquísimo o solo con un vaso de agua en mi cuerpo.

Estuve ingresada en un centromédico especial de trastornos alimentarios en Barcelona y fueron los peores días de mi vida. Mi tratamiento entre otras muchas cosas era volver a comer poco a poco. Cada vez que veía la comida asomando por la puerta u oler la comida de los pasillos. Pasaba todos los días, a la misma hora y cuatro veces al día aborrecía y me daban ganas de castigarme o lesionar mi cuerpo porque odiaba tal momento del día.

La gente con anorexia y bulimia son personas bastante inteligentes. Pueden ser más picaros que cualquier otro médico con años de experiencia en el tratamiento de este tipo de personas. Yo todos los días intentaba escabullirme y engañar a los doctores o al personal médico para poder hacer lo que yo quisiera. Unas veces, escondía la comida, otras veces mentía a los médicos de que he comido un poco cuando en realidad lo he tirado o lo he regalado a otro paciente entre otras muchos ejemplos de picaresca dignos de exponerlo en un congreso.

Verme al espejo era algo horrible para mí hasta el punto que me veía gorda o veía defectos en mi musculo donde no lo hay. Era como un espejo mágico que solo estaba en mi mente.

Con el paso del tiempo me estuve recuperando y cogiendo peso aunque tenía mis recaídas y hasta era violenta con el resto de las personas. Pero sobre todo era violenta conmigo misma y había veces que me autolesionaba con fuerza porque tenía ganas de morirme.

En la actualidad, ya estoy totalmente recuperada, con mis 20 años ya vuelvo a ser feliz de nuevo, vivo la vida, todos los días me sirvo mi comida  y me veo perfecta en el espejo.

Ahora, veo las tallas de ropa de las mujeres y observo que cada vez son más pequeñas y estrechas y eso puede llevar a traumas, no solo en mujeres, sino también está apareciendo en los hombres. Por eso ando luchando todos los días para crear una lista de tallas estándar para que la talla no cambie entre una marca y otra y así tengamos un reglamento legal para las tallas de ropa tanto de hombres y mujeres.


En esta lucha me están acompañando muchas personas y asociaciones y esperemos que podamos ver buenos resultados muy pronto y así ayudar a otras muchas personas que no necesitan y nos necesitaran algún día.

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